Cómo contar las estrellas.

Dicen que la amistad es algo necesario para el ser humano. Quizás lo sea aún más si te encuentras inmerso en esto.

La palabra amistad proviene del latín, y deriva de 'amare', amar. Ya eso dice mucho.

Los poetas y filósofos de todos los tiempos han exaltado siempre la palabra amistad. Se conoce que algunas se dan con el tiempo, pero sin embargo, otras no. Como las nuestras. 

Aristóteles diferenciaba tres tipos de amistad: por el interés, por placer y por el bien. Las nuestras son por esto último. Sólo algo así merece llamarse amistad. Algo que, surgido de una misma experiencia, puede crear lazos que no desearías romper a pesar de haber muchas más personas aquí para escoger.

Muchas veces me pregunto ¿cómo pudimos coincidir los mejores? Quizás sea eso. Nosotros mismos nos dejamos conducir hacia otros iguales. O profundamente diferentes. Hubbard fue el que dijo que un amigo es aquel que sabe todo de ti y aún así, te quiere. También importa el dejarse querer.

Hubo con quien, desde el momento en que pisé Budapest, entablamos confianza. Qué digo pisar, fue mucho antes. Cuando me hablabas del cine y de tus rarezas. Las cuales ahora adoro. Otras amistades se dieron más adelante. Como aquel día en el que reír juntas nos hizo amigas, ¿lo recuerdas? fue justo allí, en la realidad.

A ti, a ti no sé cuándo empecé a quererte. De hecho hoy te lo pregunté; ¿Por qué nos queremos? Qué pregunta esa.

Estoy rodeada de buenas personas. Eso sí lo sé. Y me hace feliz. Muy feliz. Como se diría en inglés, me encanta gastar mi tiempo con vosotros. Gastarlo porque es lo único que en realidad poseemos. Tiempo. Y sin conocer cantidades. El tiempo no puede contarse. Quizás sólo el tiempo pasado.

Y aún más me gusta, que queráis gastar vuestro tiempo a mi lado.

Es verdad que la psicología social atribuiría a nuestra amistad los conceptos de proximidad y semejanza de situaciones. Pero eso hace que todo sentimiento quede fuera de sus leyes. No. No merece ser nombrada en mis escritos. 

“¿Y de qué te sirve poseer las estrellas?

-Me sirve para ser rico.

-¿Y de qué te sirve ser rico?

-Me sirve para comprar más estrellas.”

El Principito.

A mí no me hacen falta más estrellas. Quiero gastar mi tiempo con las que ya poseo.