De puño y letra. 2013.

Año nuevo, vida nueva. Qué mentira. Yo para mí eso no lo quiero. Quiero mi vida, la de hoy. La misma de ayer y hace tres días. 

Quizás cambiaría cosas, pero siempre lo haré. Lo único de lo que puedo estar segura es de que siempre dudo. 

Yo soy de palabras, más bien de parrafadas. Nunca compartiré la opinión de "una imagen vale más que mil palabras". Las palabras, dicen, son más subjetivas, pues van de mano del autor. ¿Y la imagen? ¿Qué ojo hay detrás del punto de mira? ¿Acaso no se interpreta una imagen de forma subjetiva? 

Así que sólo es cuestión de preferencias. 

¿Qué depara el 2013? Nadie lo sabe. Qué aburrido si lo supiéramos. 

Amistades hasta hoy desconocidas. Sitios por descubrir. Cosas por aprender. Abrazos sin dar. Besos con sentido. Sin sentido. Palabras sinceras. Mejoras. Nuevos propósitos. Nuevas aventuras. Y nuevas experiencias. 

Qué ilusión tan tonta. Qué incertidumbre tan morbosa. Tan atractiva. 

Ya pasarán los días. Y lo veremos. Y yo en mi caso lo escribiré, para así leerlo, con palabras. 

Amadas palabras. 

Como me dijo una amiga, una pasión es una pasión, y probablemente sea para siempre.